Empire of the Undead
Casi cuatro años hemos tenido que esperar para tener de vuelta a los mejores GAMMA RAY con nuevo trabajo. Ya hacía falta un ejemplar de esta factura que los encumbrara por todo lo alto. Las leyendas del Power/Speed alemán con Kai Hansen al frente, están de regreso con “Empire of the Undead”, un nuevo imperio de sonidos, donde los de Hamburgo vuelven a ilusionar a sus miles de seguidores con otra propuesta de vértigo.
De hecho, no escuchaba un trabajo tan redondo tras sus memorables años de gloria (período comprendido entre 1995 y 2001) y discos como “Land of the Free”, “Somewhere Out in Space”, “Power Plant” o “No World Order!”. De lejos, el mejor momento de la banda sin lugar a dudas y sin desmerecer por su puesto sus inicios, y trabajos posteriores como “Majestic” y la segunda parte del laureado “Land of the Free” que también me pareció muy recomendable.
Si algo debemos destacar de esta nueva propuesta de GAMMA RAY, son sus ganas de vencer el pasado, mirando al presente pero sin perder su esencia. El disco contiene de todo, ideas totalmente nuevas (y otras cogidas de sus trabajos anteriores, lo cual no me parece del todo malo como se ha llegado a decir por ahí) muy bien llevadas por cierto, las cuales suenan efectivas y resaltan el maravilloso sonido y producción del álbum. Este se grabó en varias sesiones en 2013 con Eike Frees en la mesa de mezclas junto al bajista y co-guionista Dirk Schlaechter.
Fue justo después de aterrizar en Sudamérica cuando la banda habló sobre la destrucción de su hogar, lugar de ensayo, estudio y punto de encuentro para muchas bandas de metal de Alemania. Los alemanes perdieron instrumentos, amplificadores y cintas. Todo o casi todo había sido devastado por un terrible incendio. Curiosamente, las cintas originales no resultaron dañadas.
Este incidente no les ha hecho tirar la toalla y gracias a ello, GAMMA RAY salvaron los muebles por los pelos, ahora podemos disfrutar de este tremendo hachazo de Heavy/power metal que revive los mejores años del contingente alemán.
Ya desde su salida de HELLOWEEN, Kai Hansen demostró con su primera obra “Heading for Tomorrow” el camino a seguir que quería para su banda. Ahora, a la inversa se sitúa mirando atrás en el tiempo, sin olvidar de donde viene su legado, y el porqué era necesario un trabajo de esta factura para devolver la alegría a sus miles de seguidores. Con “To The Metal” crearon cierta preocupación, ya que se llegó a pensar que GAMMA RAY estaban faltos de ideas y no eran capaces de remontar el vuelo. Parece ser, que los malos presagios han quedado aparcados por el momento, veremos hasta cuándo.
“Empire of the Undead” a pesar de no tener una portada demasiado agraciada, si acorde a su título y al fondo lírico de las canciones, se muestra con agresividad y mucho más oscura que de costumbre, algo que se puede ver reflejado en la fuerza que desprenden la mayoría de cortes. Uno de ellos “Avalon”, el más pomposo, mejor arreglado y compuesto hasta la fecha de cuantos yo recuerdo de los germanos. Es como si se hubiese pedido a gritos una continuación de aquel glorioso “Rebellion in Dreamland” del primer “Land of the free”. Aunque “Avalon” tiene una duración mayor, interiormente es más enérgico. Tiene partes para todos los gustos, algunas lentas, otras rápidas y un fondo musical, espectacular que lo hace ser grande en toda su extensión. Desde el medio tiempo inicial llevado por guitarras rasgadas, pasando posteriormente por unas melodías más planas donde el tono suave de Kai y sus altos envuelven una canción en toda regla. El tema adopta un signo más ampuloso cuando entran en juego los teclados, los coros y ese estribillo mágico (From the land of make-believe, comes the faith of the unbeliever). La parte que yo más destaco es en el minuto 3.40 en adelante cuando toda esa magnitud se atiborra de todo tipo de efectos y sucesivamente empieza la caña de verdad, tema rápido, enérgico, envolvente con un Kai muy entregado y con Henjo Richter clonando la energía de su compañero. La nueva revelación, Michael Ehré a la batería, demuestra su potencial sin pelos en la lengua. Los solos llenos de virtuosismo, elegancia y belleza de la mejor escuela que yo recuerde. Vuelta a empezar y la magia vuelve a colorear los segmentos finales de la canción. La emoción está servida señores. Mejor tema para empezar el disco, imposible. GAMMA RAY ha vuelto.
Y de qué forma ha vuelto, “Hellbent” (guiño a Hellbent for Leather) es un puro trallazo de los que hacía tiempo que no escuchaba en esta banda, posiblemente el tema más potente y riffero de cuantos han escrito Kai Hansen y compañía en estos años de carrera. Previamente anunciaron que este trabajo tendría un sonido más thrash y eso se ha visto reflejado en dicho track. La banda dando el 100%, con guitarras furiosas y un sonido filoso que es capaz de despeinarte hasta los pelos de los pies. Riffs (que me recuerdan a la época “Painkiller” deJUDAS) y velocidad a todo trapo, la caña se sirve en caliente. En este también hay una batalla de solos en el ecuador, que os puede recordar a la vieja escuela de corte más clásico.
En “Pale Rider” bajan la potencia y de qué manera, las influencias se suceden y vuelven a reaparecer una vez más. El metal ochentero queda plasmado en la entrada de este corte que empieza muy bien y va marcando unas pautas con guitarras más clásicas. Tema lento y pegadizo con varios guiños a “Heavy Metal Universe”, pero nada de copias. Un tema diferente y variado, así como la impulsiva “Born to Fly” que contiene uno de los estribillos más apoteósicos del disco. Arcoíris, cielos (un tanto ñoños) y un toque efectivo que rememora aquellas viejas glorias del power de los 90. Magia pura para los cinco sentidos. A quien le guste, ahí está. A mi me ha encantado.
Algo me pasa con “Master of Confusion” (cada vez que la escucho, me saca una sonrisa de oreja a oreja) obviando los parecidos con el “I Want Out” de HELLOWEEN, se trata de un tema de fácil escucha que se hace querer sin apenas esfuerzo y que ya pudimos escuchar anteriormente en el “Ep” del mismo nombre que incluía también “Empire of the Undead”, el corte que da título a este trabajo y el primer adelanto que pudimos palpar de lo que sería el nuevo contingente de los alemanes. Mejorado y con un sonido más férreo, el tema más representativo del disco. Riffs a diestro y siniestro, con una introducción agónica y unas partes intermedias donde Kai entona el típico estribillo sin mucho ardor pero con unos guturales en el minuto 1.43 (de infarto). Eso sí, el nivel rítmico es aplastante, el resto viene por añadidura, tempo rápido, estribillo y solos marca de la casa.
Dirk Schlächter ha aportado su granito de arena en “Time For Deliverance”. Ósea la música de este corte es suya. Pero lo cierto es que a pesar de su belleza y emotividad. La canción me recuerda muchísimo a “We are the Champions” de QUEEN. No quiero desmerecer el talento de los alemanes o la autoría de este señor, pero conforme han ido pasando los minutos, he encontrado más parecidos entre ambos cortes, principalmente en el estribillo. Fuera de esto, me ha parecido un aporte muy entrañable.
Dejando a un lado esta apreciación, pasamos a la sombría “Demonseed” cuya atmósfera (espectral) y el desgarro provocado por su voz, vaticinan lo que está por llegar. Corte doloroso, más tranquilo, con unos desgarros de guitarra (e influencias de DIO y ACCEPT) que envuelven prácticamente toda la pieza. Los solos y las armonías del minuto 3.50 bajan la intensidad aflorando con una vertiente más calmada. Personalmente, no es el tema más destacado, pero tampoco es el más malo, aunque creo que podría encajar mejor en otros trabajos del grupo.
“Seven” sigue la línea ascendente por la que la caminan el resto de piezas, riffs crujientes y afilados y un vozarrón de Kai que parece no perder chicha con el paso del tiempo. Tema enérgico, no demasiado arriesgado pero que cumple su papel con una parte central de bajo donde entra la labor de Dirk Schlächter allanando el terreno antes de volver al lio. “Will Return”tiene una entrada triunfal a lo “Heading for Tomorrow”, con redobles de batería y velocidad para parar un tren. Esos aleteos de guitarra a modo de estribillo en el min 2.14 son muy épicos. El corte incluye guiños a “Somewhere Out In Space”. Tiene de todo para todos, progresividad en el minuto 4.00 con partes muy melódicas, cambios de ritmo diversos, y solos donde entra en juego el dúo formado por Kai y Henjo, con un mano a mano letal y una diversidad armoniosa exquisita. TEMAZO!!
El final del álbum llega con el bonus track “Built A World”. Y por ahí he escuchado que es el peor de todos. Bueno, para gustos colores. A mí me ha gustado mucho, ya que ofrece algo diferente al resto y eso ya es un aliciente. No se limita a copiar o coger ideas de aquí o allá, es experimental, más arriesgado y ese toque hipnótico dibuja un semblante que te transporta a otro lugar, sólo por eso ya merece una oportunidad. Aparte, va acorde con el título y la portada por el fondo musical que tiene.
Atractivo, envolvente, guerrero y dinámico, así es lo nuevo de GAMMA RAY. Cierto que hay parecidos, algo que siempre ha habido y siempre habrá. Tampoco podemos decir que sea un copy paste de este o aquel trabajo. Mejor hablamos de influencias, algo que los alemanes han retorcido con los años en cada uno de sus lanzamientos.
Vuelve la fe y las ganas, vuelven GAMMA RAY después de una temporada estancados. “Empire of the Undead” te llevará a las profundidades, conocerás lo oscuro, pero igualmente te asombraras por la facilidad que tienen para cambiar de terreno en cuestión de segundos. Oscuridad y melodía, o agresividad y fantasía. Un mano a mano entre el pasado y el presente, nada de refritos, los de Hamburgo han vuelto para quedarse.
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